POEMAS
La electricidad de la piel
la piel tuya y la mía
¡ay Dios!
seda traslúcida
tibia brisa y estremecido
que delirio tu recuerdo
la piel tuya y la mía.
Mi herrerillo
Se refugió con su Herrerillo en jaulas y castillos,
filtraban las estrellas, unas tres Marías y un par de otras olvidadas,
o el dorado del alba que daban brillo a tu corona,
con los rayos sedientos del almíbar y miel, hasta quedar saciados de tanto,
volando y buscando flores de la desgreñada redondita ,
se da en consuelo para cubrir con pétalos, los miedos, delirios y demonios.
¿Cómo si no hubiese poco espacio mi Herrerillo ?
para tú dureza y la dulzura que me despluman,
Canta melancólico el Herrerillo, quilombo de que está jaula no nos queda.
Yo pérdida con regocijo en tú lujuriosa y sedosa piel,
Sí tú piel blanca, que quedo grabada como lucero en mis ojos,
tus huesos largos que me envolvían muy pequeña,
lunares que numeré, y que borré con besos.
Sirve ese vino fresco de la tierra,
elevemos los pies y manos un momento,
¡Ay! mis alas atrofiadas,
Ambos algo desplumados,
Se rumorea que nada libre lo soporta,
Ven y dame vuelo al menos, cómo
revoloteando la mente, traspasando las rejas y perímetros de tus frustraciones,
Sintiendo a la par los espirales eléctricos de mi cuerpo, que causan tu fanática obsesión, fuente de paz absoluta y eterna, pero de segundos, que se apagan plácidamente, para volver a querer huir de las rejas de tu mente.
Al percibir todo lo que somos,
O lo q no podemos perdurar,
y él ella ser tan solo un fragmento,
Dónde puedo perpetuar ésto que siento,
rayado en las paredes como un no me olvides,
en la improbable eternidad
una bomba de tiempo,
que emoción y sufrimiento,
Las aves tan amantes del viento y gotitas de rocío, y en esta jaula no logran más que desde sus cuerpos desgarbados conservar algo de las quebradas y los valles.
Aventura
Alma mía ¿Que otras maravillas nos esperan?
quiero averiguarlo
Ven!
El presente vale oro
y me pierdo al respirar
somos muy ligeros
Lup dup lup dup
Siente
Incómodo
Siento esos ojos libidinosos
como larvas en la alfea,
sensibilidad nata que me dio la atenea.
¡Ay que difícil el camino
cuando todo observo y miro
¿Que tu no ves?! ¡Ay mi cielo deme un beso con agrio!
Haber si de aquí tu yo nos fugamos
como dos locos con alas,
como mosca en la fruta en el jardín del abismo.
Respira los cristales de agua, penetran la piel que calienta tu sangre bizcochos de miel.
Desgarro
En esa ocasión ella murió,
la pena fue como un accidente,
le vino de repente,
sus uñas que rasgaba,
rondando sigiloso a quien amas.
Fue un hielo en la espalda,
un martillazo directo al corazón,
como te explico que más infinito no se puede amar,
si se siente el espacio
como la inmensidad misma,
y así fue cuando cayó dónde ya estuvo,
donde ya anduvieron sus pies,
yo te describo como la pasión, como la carne,
los pecados,
el dolor y la injusticia.
Párpados de rosa
La niña alegre que no descansa
sus pasos enérgicos
y danzantes
pies que no tocan el suelo,
yo giro,
ojos almendrados observan el ir y venir,
no vuelves,
Cuando yo crezca encontraré tus pasos,
ya no enérgicos como los míos
tú estarás más cerca del suelo,
y el almendrado de tus ojos
cubiertos por los párpados de rosa,
cálidas mis manos
en tu pelo nevado como la cordillera
para aliviar la pesadez de sus aguas.
Tus playas
El viento revoloteando mis pestañas,
mis manos firmes en tu vientre,
sentirte en un segundo eterno,
fantaseando mis sueños en ti,
casi perfecto entonces lo mantengo perpetuo.
Su inocencia espacial es tan aguda que el mundo pierde límites,
mientras el rodar de los trenes a la mar
desciende entre la espuma,
brinca mi pobre corazón de náufrago,
con un delirio por tus playas.
Es que ya he cruzado decena de montañas.
"Golpeando las puertas del cielo"
Pinté donde estás ahora
una Aurora,
para sentirme tranquila,
me llevaste por un viaje sublime,
me mostraste el cáliz amargo,
ahora sólo la paz profunda.
Al volar pinte nuestros miedos
con muchos colores,
y por sí te hacía falta un perfume
estampe las rosas de tú jardín,
siento que no tengo casa
¿Cómo podría yo llegar a ti?
Golpeando las puertas del cielo
por sí espera algún lugar por mí,
O por sí aún me recuerdas
apela por mi, orienta mis pasos
Bendita madre la tuya y la mía
Dulzura y fortaleza,
en tan sólo tus alas posar mis miedos
en tan sólo tus brazos
puedo amar de nuevo
Bendita madre la tuya y la mía
Dulzura y piedad.
Máscaras
Máscaras y ya cansados
Solo veo máscaras,
todos tragando este aire viciado
vaso a vaso y a reflexionar,
cómo se sentirá su mundo dado vueltas
vete a tu casa a pensar,
detente aléjate y muere,
camina por tu césped de la mente
y cuanto abandonada está
río seco , luna gris, lujuria y mucha trama.
Invitados
Ya se me arranco un momento
como el volar de una pluma,
pretendia tomarlo y conservarlo
pero me fue imposible alcanzarlo,
es veloz como la infancia,
doloroso como las rodillas de un abuelo. Fueron horas interminables
Los segundos se clavaban como chinches,
estaba ahí conmigo mi ángel de la guarda
y éramos simples invitados,
éramos bendecidos invitados.
Con su perfume eterno y miel derretida por las habitaciones,
puede en ese santiamén usted poner en la balanza del corazón el peso de ese esfuerzo,
de esa batalla en el momento,
de ese transitar por el desierto
asistiendo con el líquido amoroso,
sus delgadas alas que se estiraban con temor,
delgadas piernas que se alzan de cuclillas,
en un abrazo eterno y una prosa con su último hálito de rosas,
bajo el desgarro de mi cuerpo
Ya se me arranco un momento.
Yo corro para volar
Vivir como único motivo era suficiente,
para amar la vida y sujetarse busco los motivos,
como un ancla a la tierra
dos razones me bastarían,
o quizás el sueño de aferrarse como al cuello de un amor,
que enceguecen con espirales de enredaderas,
habían brotes de lavanda, todo su aroma era suficiente.
Tiene ese brillo de un valle en los ojos,
déjame mirar,
Yo traigo el peso de una laguna en mis piernas,
Sumerge tus deseos,
y que suplicio si no contamos con millas de aventuras , si no pasamos por pasajes de ciruelos, morados nuestros dientes por el vino y la vertiente. Yo busco estrellas para ver, yo corro para volar, yo canto para mi.
Campo
Llévame hacía tu hogar chinita
llévame de regreso a mi de chiquita,
con los sapitos del río brincando
Lalala lililili lalala,
son mis amigos
y unos cuantos quiero que sean míos.
Aventura ir esos 25 minutos
junto al zigzag de lo trenes.
Son unas cuántas hierbas y limones
y esos panes con chicharrones,
son las piernas con cansancio y la madre con preocupaciones, son los días que avanzan en el calendario, son los sueños de un nuevo itinerario, los sapitos ya se han ido al croar de sus hermanos.
Ligeros planear
Me aburro del tic tac de los segundos,
del ruido de esos pensamientos y murmullos,
no comprendo sus cabezas ni cada una de las piezas.
Camino, observo, duermo y canto para escapar en sueños,
vamos por esos planos de fantasía buscando una sonrisa como la tuya.
Salto al infinito, y ligeros planear al siguiente medio,
¿quién puede expresar lo que todos sienten?
si al tocar la alegría ha sido por fragmentos, si todo es tan ambiguo,
cada nivel ha sido tan complejo,
un algoritmo descifro ahora con lo pies en el lodo frío y suave,
ya las manos están cansadas, mejor pinto mis tonos pasteles, que me pausan en vaivenes. Placer de soñadores furtivos , de achacosos bohemios.
Piel
Sedosa piel la más blanca de todas,
lunares numerados con sus ojos angelicales,
pensamientos espectrales vaporosos,
corazón migratorio de los vientos
dame un sequito de adoradores que calme mi ansiedad,
dime que no marchas , dime que te vas , dime que soy libre nada más.
Sedosa piel la más clara,
Venas pasto verde recorren su cuerpo de pasajes interminables,
con sus ojos angelicales me detengo al respirar,
pensamientos mortales rompen la verdad,
corazón tempestuoso e intrépido al final,
sedosa piel la más frágil,
dime que no olvidas, dime algo nada más.
ojos verdes madre tierra, misteriosos e
impetuosos,
sedosa piel la más diáfana de todas, recorre sus montañas lomas delicadas,
dime que soy libre nada más.